Antonio G. Iturbe,
además de novelista, también es periodista cultural. En el mismo libro pone que
fue tras leer La biblioteca de la noche cuando decidió dar a conocer esta
historia. Viajó hasta Auschwitz, visitó Polonia, e incluso pudo contactar con
la protagonista de este libro, Dita Krauss. Así fue como nació La bibliotecaria
de Auschwitz, un libro ganador del premio
Troa, y que no dejará indiferente a nadie que lo lea.
SINOPSIS
Escenario: Segunda
Guerra Mundial, campo de exterminio de Auschwitz, bloque 31. El bloque 31 fue
una tapadera de los nazis por si Cruz Roja Internacional les hacía una visita.
Un bloque en el que permitieron que las familias estuviesen juntas, aunque les
obligaran a trabajar hasta la extenuación. En ese bloque, Fredy Hirsch abre una
escuela clandestina, para que los niños estén reunidos en un único lugar
mientras sus padres trabajan. Se arriesga aún más, y consigue reunir ocho
libros, ocho libros que significan unas horas de evasión para esos niños; y
Dita Adlerova, una muchacha de 14 años, es la encargada de protegerlos, cuidarlos
y esconderlos. A partir de ahí comienza esta historial basada en hechos reales,
una historia espeluznante que, una vez más, nos muestra los horrores de que son
capaces los seres humanos. Y aún así, hubo gente que luchó contra ello y
venció. Un Holocausto que se quedó grabado en la memoria histórica para
siempre, y que nos conviene no olvidar. Antonio G. Iturbe ha hecho una
magnífica investigación y gracias a ella tenemos entre nuestras manos esta conmovedora novela.
MI OPINIÓN
Como decía antes, es
una historia basada en hechos reales, y esto es lo que hace que la novela sea
sobrecogedora. Gracias a la manera de narrar de Iturbe, nuestra mente viaja
hacia ese momento de la historia en el que la maldad humana llegó a todo su
auge, nos sentimos impotentes y eso sólo con leerlo. ¿Imagináis que hubierais
estado ahí, por algún casual de la vida? Dita Adlerova, gracias a un milagro, o
quizá simplemente por su obstinación de no rendirse nunca, puede contarlo, y es
una historia muy triste, en la que se reflejan todos los valores perdidos y
todas las atrocidades cometidas. Intimida el hecho de que pasó, ocurrió
realmente, y nadie hizo nada.
Sin duda alguna, lo que
más transmite esta historia son sentimientos. Diferentes sentimientos, muchas
veces encontrados entre sí. Esperanza, desazón, desesperación, agonía; en
momentos muy breves se siente felicidad. He podido observar también que a cada
personaje se le otorga un sentimiento, por así decirlo. Dita representa la
esperanza de muchos, y aunque en algunos momentos parece flaquear, nunca se rinde,
jamás abandona y en su fuero interno siempre espera salir de ese campo con
vida; la agonía se masca en casi la totalidad de personajes, es un sentimiento
que llevan desde que entran en el campo. La desesperación de muchos por salir
de allí les lleva a cometer locuras en alguna ocasión, casi parece que llamen a
la muerte porque no lo soportan más. Aunque, y por muy raro que parezca,
también hay rescoldos de felicidad, amores fugaces (ahí nada dura mucho
tiempo), risas, y momentos de paz. ¿Cómo es posible que el amor pueda surgir en
semejantes condiciones? Es algo que no se puede explicar.
Otro personaje a
destacar es el de Rosenberg, el registrador que, aún gozando de cierta
estabilidad en el campo, se arriesga por ayudar a los suyos. Sorpresa la que me
llevé al ver aparecer en la novela a Ana Frank (ya llegaréis, ya), y como no,
la figura de Mengele, el doctor Muerte, el que hizo que mataran a miles y miles
de niños con sus “selecciones” y que declaró que no había matado a miles, sino
salvado a los que eran “aptos”. Ilógico, cruel, y calculador, características
que definen a todo fanático que apoyaba la paranoia de Hitler.
Para mí es importante
resaltar el hecho de que esta novela tiene algo diferente a todas las demás que
he leído acerca de este tema. He leído, visto documentales y todo lo que he
podido acerca de la aberración que se cometió en la Segunda Guerra Mundial, y
en casi ningún momento se menciona que algunos miembros de las SS nunca
estuvieron de acuerdo con lo que se hacía, siempre se ha dado por hecho que lo
hacían por placer o por admiración hacia su Führer, pero no todos lo hacían por
eso. A muchos les asqueaba y no les quedaba más remedio, era obedecer o morir,
y casi nadie está dispuesto a morir por gente a la que ni siquiera conoce.
Llamadlo cobardía, yo lo hago, pero eso no quita el hecho de que no estaban
todos a gusto con sus cargos. Y así lo demuestra Antonio Iturbe con uno de los
personajes, Viktor Pestek, en este fragmento del texto, hablando con una
muchacha judía de la que se ha enamorado:
<<Sé lo que
piensas, Piensas que soy otro pirado más de las SS. Bueno, lo soy. Pero no
estoy tan loco. No me gusta todo esto que os está pasando. Me produce asco.
>> (pg 193)
Recalco también el
hecho de que un autor español haya sido capaz de recrear tan nítidamente los
macabros acontecimientos de los campos de exterminio, porque en esta época,
solo podemos imaginarnos lo que fue eso. Y plasmar con tanta naturalidad todo
lo que se vivió debe haber sido un reto que sin duda ha conseguido.
La importancia de los
libros es muy notoria. Desde el principio son casi igual de protagonistas que
Dita. ¿Una escuela clandestina que además cuenta con libros? Impensable… Y sin
embargo, se hizo y se mantuvo durante meses. El cariño y el mimo que Dita
demuestra hacia los libros recuerdan a una madre con su hijo. Son tesoros,
tesoros incalculables que los libran de vivir el horror por unas horas, así que
tiene que cuidarlos y protegerlos, e incluso dar la vida por ellos si se diera
el caso. ¿Por qué son tan importantes los libros para Dita? Una vez más, cito la novela para que veáis lo que son capaces de hacer los libros cuando todo lo
demás se ha perdido, o peor, te lo han quitado:
<<En ese lugar
tan oscuro donde la humanidad había llegado a alcanzar a su propia sombra, la
presencia de los libros era un vestigio de tiempos menos lúgubres, más
benignos, cuando las palabras sonaban más fuerte que las ametralladoras. Una
época extinguida. >> (pg 31)
<<Empezar un
libro es como subirse a un tren que te lleva de vacaciones. >> (pg 99)
<<Al final H. G.
Wells tenía razón y en verdad existe la máquina del tiempo: son los libros. >>
(pg 121)
Me gustaría acabar esta
reseña con dos enlaces. Uno es una entrevista que le hizo Begoña Zubieta a
Antonio sobre el libro, y otro es el booktrailer de la novela.
Si os gustó La ladrona
de libros, os recomiendo encarecidamente que la leáis, y que veáis y sintáis lo
que sucedió en Auschwitz. Que esta pequeña historia no caiga en el olvido, pues
es una historia apasionante a la vez que espeluznante que hay que conocer.
Gracias a mi familiar,
Yolanda Villalón, por recomendarme la novela. Es de los mejores libros que he
leído, y tengo claro que volveré a leerlo.
Nieves Villalón Peralbo
Con una reseña como ésta, es inexcusable poner el libro en la lista de pendientes.. Gracias!!
ResponderEliminarA mi me encanto y es un libro que seguro que releere!!besotes
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios :) me animan a seguir reseñando ^^
ResponderEliminarGracias a ti por introducirnos aún más en este mundo de la lectura.
EliminarUna de mis mejores lecturas del año pasado. Una gran reseña para un libro imprescindible!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me encantó este libro!!
ResponderEliminarLo leí el año pasado y lo estoy releyendo ahora =)
Besotes