Hoy os dejo la novela de María Navas. Ella no tiene blog, así que solo va a estar publicado en el mío, aún así, le recomiendo encarecidamente que comente para corroborar que tengo su permiso para publicar esta reseña :)
Os aclaro una cosa: veréis a lo largo de la novela "manchas" negras. Son spoilers. Si queréis leerlo solo tenéis que arrastrar el cursor como si quisierais copiarlo en otro lado.
¡Gracias, María! :D
Todo el mundo ha oído hablar de
Juego de Tronos: libros, serie, merchandising... está por todas partes. Todo el
mundo opina, todo el mundo comenta y, sobre todo, todo el mundo se queja del
largo tiempo que pasa entre una novela y otra. Nunca he oído a nadie decir que
no conoce la saga, y lo que es más increíble aún, nunca he oído a nadie decir
que no le ha gustado... ¿cómo es esto
posible? Pues con mucho arte, que es lo que le sobra a George Martin. Aquí va
mi reseña, en la que he intentado hacer el mínimo de spoilers (todos ellos
debidamente señalados, protegidos en negro de ojos indiscretos). Os aviso de
que juego con algo de ventaja, pues ya es la tercera vez que me leo este
libro... ¡eso os dará una idea de su valía!
Juego de Tronos. Ya el nombre
impone. Te imaginas luchas, nobles caballeros, guerra, argucias y estratagemas,
puede que incluso caiga alguna historia de amor o de lealtad... y no vas
desencaminado, pero te quedas muy, muy corto. Y lo que te imagines, elévalo al
cubo. Traición, muerte, incesto, lealtad, lujuria, tensión... todo esto, y
mucho, mucho más.
Todo comienza con un muro. Con un
reino. Con una fortaleza invernal. Bueno, realmente no. Este libro no tiene
realmente un principio claro (ni, ya puestos, un final). Las historias del
pasado se van entrelazando y afectan directamente a un presente ya de por sí
complejo, planteado desde muchos ángulos, donde además no todo ocurre de forma
lineal, y ni mucho menos, en el mismo escenario. ¿Cómo puede ser esto? Fácil:
el libro está dividido en distintos capítulos, cada uno de ellos viene narrado
en tercera persona pero siguiendo de cerca cada vez a un personaje distinto.
Esto, creo yo, es uno de los puntos fuertes de la novela: es increíble cómo te
metes en la piel de cada uno, cómo puedes llegar a identificarte con ellos e
incluso a querer a personajes que sabes que no tienen nada que ver contigo, ni seguramente
con el autor, pero con los que en seguida empatizas simplemente por cómo está
contado (¿cómo la misma
persona puede hacerte ser Arya, Sansa o Tyrion al mismo tiempo? Magia ¿cómo pueden
ser Sansa y Arya hermanas? Misterios de la genética). Algunas veces
sabes qué le pasará a un personaje, porque en un capítulo anterior otro dijo
algo, o vio algo, que tú ya intuyes; pero ves, con el corazón en un puño, cómo
va tomando forma, cómo ocurre viviéndolo con el protagonista, sufriéndolo o alegrándote, y siempre tratando
de imaginar cómo afectará a los demás y deseando que esa pequeña onda expansiva
argumental llegue en seguida a tu personaje favorito. Cada pequeña decisión que
toma cada uno, cada pequeño gesto o insignificante detalle, tiende a
desencadenar hechos que afectarán irreversiblemente al resto de participantes del
juego de tronos.
Durante toda la novela esperas
expectante un capítulo de tu personaje favorito, resoplas y adelantas hojas
buscando el próximo en el que aparecerá, SUFRES al ver acabar un capítulo que
te deja con ganas de más (¡y vuelves a adelantarte a ver cuando le vuelve a
tocar ese narrador!) y descubres maravillado que, si bien acaban de dejarte a
medias y con ganas de más... ¡el siguiente capítulo retoma a Jon, o a Ned, o a
Tyrion, que también te dejaron en un sin vivir hace 50 páginas!
Más allá de la maestría con la
prosa del autor, la historia es colosal. Tres hilos argumentales principales (la
historia de Dany, lo que ocurre en el Muro y el devenir de los Siete Reinos) que
se entrelazan y desentrelazan con una naturalidad pasmosa, y que a su vez se
componen de las pequeñas vivencias de cada personaje, que tienen tal
profundidad que componen a su vez tramas en toda regla. Te metes de lleno en un
compleja historia con más personajes de los que puedes recordar, fechas,
batallas, casas que dan un trasfondo realista a toda la historia: un mundo bien
definido es uno de los principales pilares de cualquier fantasía que se precie,
y aquí Martin pasa con nota.
Otro de los puntos fuertes de la
novela es el desparpajo del autor: no se frenará a la hora de meter escenas de
sexo (violaciones, incesto... nada es demasiado), muertes truculentas, o incluso torturas
descritas con excesivo detalle. A mí nunca me han gustado esas cosas, y soy la
primera en reconocer que algunas de las cosas que mete el amigo Martin no
aportan, a priori, mucho a la trama; que seguramente podría haberlo introducido
de forma más sutil, o incluso prescindir de algunas escenas. Pero no cabe duda
de que el efecto que provocan en el lector algunas de las situaciones que nos
presenta, o simplemente la forma de expresar algo un personaje, son simplemente inigualables a la hora de
hacernos una idea de la personalidad de éste o del contexto de la narración.
Es, simplemente, increíble. Y no he hablado aún de los giros. LOS GIROS. Guau.
Briconsejo: no te encariñes mucho con nadie, porque no sabes cuándo caerá en
desgracia, sufrirá o directamente morirá de la forma más inesperada (un minuto de silencio por Ned
Stark, el que todos tomamos inocentemente por protagonista y que nos hizo pasar
de niño a hombre en el incierto y cruel mundo de George Martin).
Pero no es oro todo lo que
reluce. Hay algo de George Martin que me exaspera: las descripciones. Puede
pasarse una página entera describiéndote una cota de malla, y yo siempre he
preferido imaginar, que me digan lo justo del entorno. Y aunque reconozco que
están magníficamente escritas y enriquecen en ocasiones la historia, saber
hasta el color de las enaguas de la esposa del un Lord que nunca más aparecerá
mientras podría estar leyendo alguna maravillosa réplica de Tyrion Lannister, o
conocer el nombre de cada vasallo de cada gran casa, el número de hijos y la
edad de las esposas, no me aporta mucho, sobre todo cuando podría estar
descubriendo qué le pasó a tal
personaje después de aquello que
ocurrió... si bien antes he dicho que la cantidad de información que da el
autor ayuda a hacer el mundo más verosímil, debo recalcar que en ocasiones, al
menos a mí, tanta descripción de apabulla y no hace más que estorbarme, pues lo
que deseo es centrarme en la historia, que me tiene en ascuas.
Para acabar con el grueso de la
reseña, un par de recomendaciones para aquéllos que aún no se lo hayan
leído: si bien la historia te absorbe
desde el primer momento, no es una saga fácil de leer. Tienes que estar muy
concentrado. Atento al más mínimo detalle, pues como ya he dicho antes, los
personajes aparecen y desaparecen, y los más nimios sucesos acarrean grandes
giros en la trama. Preparados, listos, y a conjeturar: nunca sabes qué va a
ocurrir, pues como pronto aprenderéis, en el juego de tronos ganas o mueres, y
con tanto participante la contienda se presenta dura... Segundo: relecturas.
Sí, aquí estoy, vendiendo el libro, y sin saber si lo vas a leer, te digo que
lo releas. Pues sí. No soy para nada partidaria de las relecturas (si tienes
tiempo de leer X libros al año, con todo lo bueno por descubrir por ahí, no
repitas...), pero en esta saga es casi imprescindible: una vez acabéis el
libro, o incluso la saga (lo que va escrito, al menos), tomaos el tiempo y
leedlo todo más despacio.
Descubriréis maravillados como parece que la historia cobra vida, cambia, y os
revela cosas qué, aunque siempre estuvieron allí, en su momento no prestasteis
atención, o simplemente no teníais suficientes datos para verlo. Revivir cada
momento de la historia (y cómo ya he dicho antes, sufrirlo por lo inevitable),
ha sido casi tan genial como cuando empecé la saga por primera vez (momentos como "¡No, Bran, no
te subas ahí!", "¡No, Tyrion, no se la metas a esa!" o simplemente
"Ay, Ned, Ned..." no tienen precio. Hasta he cogido los capítulos de
Sansa con ganas, con lo pánfila que me pareció entonces...). Además he
podido analizar con detalle esos pequeños, minúsculos instántes, esas acciones
aparentemente aisladas de cada personaje que combinadas desembocan en guerras,
muertes o cualquier tipo de cataclismo argumental, (¿y si Bran no hubiese trepado por ahí ese día? ¿y
si Ned hubiera rechazado ser La Mano? ¿y si Catelyn no hubiese cogido a Tyrion
o no lo hubiera llevado a Nido de Águilas? ¿y si Ned hubiese escuchado lo que
Arya oyó aquella noche, o hubiese prestado más atención a Sansa? Tal vez ella
no hubiese acudido a Cersei... ¿y si, y si, y si...?) y me ha metido de
nuevo el gusanillo en el cuerpo, las ganas de que por fin llegué el sexto
libro.
Y como el que avisa no es traidor
(y de eso ya hay suficiente en la novela), os diré que dentro de la gran saga
que es Canción de Hielo y Fuego, considero que el primero es sin duda uno de
los mejores libros. A medida que avanza, y en especial a partir del cuarto
libro, la cosa decae (a mi parecer). Es normal, suele pasar con todas las
sagas... pero aún así, yo no me arrepiento para nada de haberla comenzado, por
mucho que la salud y lentitud de Martin me tengan en vilo y me exasperen a
partes iguales.
Cómo habéis visto, hasta las
cosas negativas que le saco son a su vez cosas positivas; cuando el problema principal
de un libro no está en el mismo, si no en el alto listón que impone para las
continuaciones y la gran expectativa que crea, creo que no queda mucho más que
decir sobre él. Leedlo. Muchas, muchas veces. Porque, como ya os he dicho,
acabaréis redescubriendo a los personajes, sus motivaciones; lamentaréis su
inevitable destino, diréis "Anda, mira, tal y cual salían en el
primero" (porque el señor Martin juega mucho con eso, te hincha a Casas
secundarias y personajes aparentemente irrelevantes que vuelven tres libros
después, así que ojo al dato), sabréis qué pasa, quién vive y quién muere, y os
hará entender el universo de Poniente (así se llama el mundo de Martin) y cada
uno de sus fascinantes sucesos de una forma totalmente distinta.
En definitiva: si buscas un libro
ligerito y fácil de leer para el verano, no es tu libro. Si buscas una historia
de amor, o una aventura épica, o cualquier género clásico en general, no es tu
libro. Si te van los finales felices y previsibles, y que el bien siempre
triunfa, no es, para nada, tu libro. Pero si te gusta meterte en la historia,
no te dan miedo las tramas complejas y los finales inesperados, y te encantan/odias las largas esperas... has
esperado esta saga toda tu vida.
Por la presente declaro que Doña Nieves Villalón dispone de mi real permiso para publicar esta reseña (tras el correspondiente pago por derechos de autor :D)
ResponderEliminarPedazo de reseña! Yo creo que también releeré esta saga algún día. Aunque aún me queda Danza de dragones, que está esperando pacientemente su turno.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me ha encantado la reseña. ¡Buenísimo el segundo spoiler, es lo que todos pensemos en su momento!
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