sábado, 5 de abril de 2014

Desafío Juego de Tronos #2

Hoy os dejo la novela de María Navas. Ella no tiene blog, así que solo va a estar publicado en el mío, aún así, le recomiendo encarecidamente que comente para corroborar que tengo su permiso para publicar esta reseña :)
Os aclaro una cosa: veréis a lo largo de la novela "manchas" negras. Son spoilers. Si queréis leerlo solo tenéis que arrastrar el cursor como si quisierais copiarlo en otro lado.
¡Gracias, María! :D



Todo el mundo ha oído hablar de Juego de Tronos: libros, serie, merchandising... está por todas partes. Todo el mundo opina, todo el mundo comenta y, sobre todo, todo el mundo se queja del largo tiempo que pasa entre una novela y otra. Nunca he oído a nadie decir que no conoce la saga, y lo que es más increíble aún, nunca he oído a nadie decir que no le ha gustado... ¿cómo es esto posible? Pues con mucho arte, que es lo que le sobra a George Martin. Aquí va mi reseña, en la que he intentado hacer el mínimo de spoilers (todos ellos debidamente señalados, protegidos en negro de ojos indiscretos). Os aviso de que juego con algo de ventaja, pues ya es la tercera vez que me leo este libro... ¡eso os dará una idea de su valía!

Juego de Tronos. Ya el nombre impone. Te imaginas luchas, nobles caballeros, guerra, argucias y estratagemas, puede que incluso caiga alguna historia de amor o de lealtad... y no vas desencaminado, pero te quedas muy, muy corto. Y lo que te imagines, elévalo al cubo. Traición, muerte, incesto, lealtad, lujuria, tensión... todo esto, y mucho, mucho más.
Todo comienza con un muro. Con un reino. Con una fortaleza invernal. Bueno, realmente no. Este libro no tiene realmente un principio claro (ni, ya puestos, un final). Las historias del pasado se van entrelazando y afectan directamente a un presente ya de por sí complejo, planteado desde muchos ángulos, donde además no todo ocurre de forma lineal, y ni mucho menos, en el mismo escenario. ¿Cómo puede ser esto? Fácil: el libro está dividido en distintos capítulos, cada uno de ellos viene narrado en tercera persona pero siguiendo de cerca cada vez a un personaje distinto. Esto, creo yo, es uno de los puntos fuertes de la novela: es increíble cómo te metes en la piel de cada uno, cómo puedes llegar a identificarte con ellos e incluso a querer a personajes que sabes que no tienen nada que ver contigo, ni seguramente con el autor, pero con los que en seguida empatizas simplemente por cómo está contado (¿cómo la misma persona puede hacerte ser Arya, Sansa o Tyrion al mismo tiempo? Magia ¿cómo pueden ser Sansa y Arya hermanas? Misterios de la genética). Algunas veces sabes qué le pasará a un personaje, porque en un capítulo anterior otro dijo algo, o vio algo, que tú ya intuyes; pero ves, con el corazón en un puño, cómo va tomando forma, cómo ocurre viviéndolo con el protagonista,  sufriéndolo o alegrándote, y siempre tratando de imaginar cómo afectará a los demás y deseando que esa pequeña onda expansiva argumental llegue en seguida a tu personaje favorito. Cada pequeña decisión que toma cada uno, cada pequeño gesto o insignificante detalle, tiende a desencadenar hechos que afectarán irreversiblemente al resto de participantes del juego de tronos.
Durante toda la novela esperas expectante un capítulo de tu personaje favorito, resoplas y adelantas hojas buscando el próximo en el que aparecerá, SUFRES al ver acabar un capítulo que te deja con ganas de más (¡y vuelves a adelantarte a ver cuando le vuelve a tocar ese narrador!) y descubres maravillado que, si bien acaban de dejarte a medias y con ganas de más... ¡el siguiente capítulo retoma a Jon, o a Ned, o a Tyrion, que también te dejaron en un sin vivir hace 50 páginas!
Más allá de la maestría con la prosa del autor, la historia es colosal. Tres hilos argumentales principales (la historia de Dany, lo que ocurre en el Muro y el devenir de los Siete Reinos) que se entrelazan y desentrelazan con una naturalidad pasmosa, y que a su vez se componen de las pequeñas vivencias de cada personaje, que tienen tal profundidad que componen a su vez tramas en toda regla. Te metes de lleno en un compleja historia con más personajes de los que puedes recordar, fechas, batallas, casas que dan un trasfondo realista a toda la historia: un mundo bien definido es uno de los principales pilares de cualquier fantasía que se precie, y aquí Martin pasa con nota.
Otro de los puntos fuertes de la novela es el desparpajo del autor: no se frenará a la hora de meter escenas de sexo (violaciones, incesto... nada es demasiado),  muertes truculentas, o incluso torturas descritas con excesivo detalle. A mí nunca me han gustado esas cosas, y soy la primera en reconocer que algunas de las cosas que mete el amigo Martin no aportan, a priori, mucho a la trama; que seguramente podría haberlo introducido de forma más sutil, o incluso prescindir de algunas escenas. Pero no cabe duda de que el efecto que provocan en el lector algunas de las situaciones que nos presenta, o simplemente la forma de expresar algo un personaje,  son simplemente inigualables a la hora de hacernos una idea de la personalidad de éste o del contexto de la narración. Es, simplemente, increíble. Y no he hablado aún de los giros. LOS GIROS. Guau. Briconsejo: no te encariñes mucho con nadie, porque no sabes cuándo caerá en desgracia, sufrirá o directamente morirá de la forma más inesperada (un minuto de silencio por Ned Stark, el que todos tomamos inocentemente por protagonista y que nos hizo pasar de niño a hombre en el incierto y cruel mundo de George Martin).
Pero no es oro todo lo que reluce. Hay algo de George Martin que me exaspera: las descripciones. Puede pasarse una página entera describiéndote una cota de malla, y yo siempre he preferido imaginar, que me digan lo justo del entorno. Y aunque reconozco que están magníficamente escritas y enriquecen en ocasiones la historia, saber hasta el color de las enaguas de la esposa del un Lord que nunca más aparecerá mientras podría estar leyendo alguna maravillosa réplica de Tyrion Lannister, o conocer el nombre de cada vasallo de cada gran casa, el número de hijos y la edad de las esposas, no me aporta mucho, sobre todo cuando podría estar descubriendo qué le pasó a tal personaje después de aquello que ocurrió... si bien antes he dicho que la cantidad de información que da el autor ayuda a hacer el mundo más verosímil, debo recalcar que en ocasiones, al menos a mí, tanta descripción de apabulla y no hace más que estorbarme, pues lo que deseo es centrarme en la historia, que me tiene en ascuas.
Para acabar con el grueso de la reseña, un par de recomendaciones para aquéllos que aún no se lo hayan leído:  si bien la historia te absorbe desde el primer momento, no es una saga fácil de leer. Tienes que estar muy concentrado. Atento al más mínimo detalle, pues como ya he dicho antes, los personajes aparecen y desaparecen, y los más nimios sucesos acarrean grandes giros en la trama. Preparados, listos, y a conjeturar: nunca sabes qué va a ocurrir, pues como pronto aprenderéis, en el juego de tronos ganas o mueres, y con tanto participante la contienda se presenta dura... Segundo: relecturas. Sí, aquí estoy, vendiendo el libro, y sin saber si lo vas a leer, te digo que lo releas. Pues sí. No soy para nada partidaria de las relecturas (si tienes tiempo de leer X libros al año, con todo lo bueno por descubrir por ahí, no repitas...), pero en esta saga es casi imprescindible: una vez acabéis el libro, o incluso la saga (lo que va escrito, al menos), tomaos el tiempo y leedlo todo más despacio. Descubriréis maravillados como parece que la historia cobra vida, cambia, y os revela cosas qué, aunque siempre estuvieron allí, en su momento no prestasteis atención, o simplemente no teníais suficientes datos para verlo. Revivir cada momento de la historia (y cómo ya he dicho antes, sufrirlo por lo inevitable), ha sido casi tan genial como cuando empecé la saga por primera vez (momentos como "¡No, Bran, no te subas ahí!", "¡No, Tyrion, no se la metas a esa!" o simplemente "Ay, Ned, Ned..." no tienen precio. Hasta he cogido los capítulos de Sansa con ganas, con lo pánfila que me pareció entonces...). Además he podido analizar con detalle esos pequeños, minúsculos instántes, esas acciones aparentemente aisladas de cada personaje que combinadas desembocan en guerras, muertes o cualquier tipo de cataclismo argumental, (¿y si Bran no hubiese trepado por ahí ese día? ¿y si Ned hubiera rechazado ser La Mano? ¿y si Catelyn no hubiese cogido a Tyrion o no lo hubiera llevado a Nido de Águilas? ¿y si Ned hubiese escuchado lo que Arya oyó aquella noche, o hubiese prestado más atención a Sansa? Tal vez ella no hubiese acudido a Cersei... ¿y si, y si, y si...?) y me ha metido de nuevo el gusanillo en el cuerpo, las ganas de que por fin llegué el sexto libro.
Y como el que avisa no es traidor (y de eso ya hay suficiente en la novela), os diré que dentro de la gran saga que es Canción de Hielo y Fuego, considero que el primero es sin duda uno de los mejores libros. A medida que avanza, y en especial a partir del cuarto libro, la cosa decae (a mi parecer). Es normal, suele pasar con todas las sagas... pero aún así, yo no me arrepiento para nada de haberla comenzado, por mucho que la salud y lentitud de Martin me tengan en vilo y me exasperen a partes iguales.

Cómo habéis visto, hasta las cosas negativas que le saco son a su vez cosas positivas; cuando el problema principal de un libro no está en el mismo, si no en el alto listón que impone para las continuaciones y la gran expectativa que crea, creo que no queda mucho más que decir sobre él. Leedlo. Muchas, muchas veces. Porque, como ya os he dicho, acabaréis redescubriendo a los personajes, sus motivaciones; lamentaréis su inevitable destino, diréis "Anda, mira, tal y cual salían en el primero" (porque el señor Martin juega mucho con eso, te hincha a Casas secundarias y personajes aparentemente irrelevantes que vuelven tres libros después, así que ojo al dato), sabréis qué pasa, quién vive y quién muere, y os hará entender el universo de Poniente (así se llama el mundo de Martin) y cada uno de sus fascinantes sucesos de una forma totalmente distinta.

En definitiva: si buscas un libro ligerito y fácil de leer para el verano, no es tu libro. Si buscas una historia de amor, o una aventura épica, o cualquier género clásico en general, no es tu libro. Si te van los finales felices y previsibles, y que el bien siempre triunfa, no es, para nada, tu libro. Pero si te gusta meterte en la historia, no te dan miedo las tramas complejas y los finales inesperados, y  te encantan/odias las largas esperas... has esperado esta saga toda tu vida.

3 comentarios:

  1. Por la presente declaro que Doña Nieves Villalón dispone de mi real permiso para publicar esta reseña (tras el correspondiente pago por derechos de autor :D)

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  2. Pedazo de reseña! Yo creo que también releeré esta saga algún día. Aunque aún me queda Danza de dragones, que está esperando pacientemente su turno.
    Besotes!!!

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  3. Me ha encantado la reseña. ¡Buenísimo el segundo spoiler, es lo que todos pensemos en su momento!

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