Tardes de chocolate en el Ritz

Antes de nada, quiero agradecer a Planeta el ejemplar para reseñarlo. Además de otorgarme la posibilidad de conocer a la autora, que es un verdadero encanto. 

TARDES DE CHOCOLATE EN EL RITZ – REYES CALDERÓN

Autora: Reyes Calderón

Título: Tardes de chocolate en el Ritz

Editorial: Planeta

Rústica con solapas

Páginas: 269

Precio: 18,90€

Autora

Reyes Calderón compagina escritura y Academia. Doctora en Economía y Filosofía, es profesora en la Universidadde Navarra, de cuya facultad de Economía es decana desde 2008. Visitante en las universidades de Berkeley y La Sorbona, su firma es asidua en artículos y conferencias. El jurado número diez es su octava novela. Público y crítica aplaudieron su saga, protagonizada por la juez Lola MacHor, en los exitosos Los crímenes del número primo, El expediente Canaima, El último paciente del doctor Wilson o La venganza del asesino par, como sin duda harán con los personajes de esta, ante quienes es imposible permanecer indiferente.

Sinopsis (de la editorial)

Reyes Calderón nos ofrece en Tardes de chocolate en el Ritz un relato lleno de chocolatinas tentadoras, fracasos de chocolate negro, risas de trufa y profundas conversaciones sobre el amor, la amistad, la familia y el valor del trabajo tan deliciosas como el chocolate más auténtico.

La noche en que se conocieron en la recepción de una embajada, nada hacía presagiar que Marta y Reyes acabarían siendo amigas. Excéntrica, adicta al lujo, con varios fracasos amorosos a sus espaldas y un marido recién estrenado, Marta no parecía tener nada en común con Reyes, una mujer volcada en su profesión y su familia. Pero el destino las unió y, contra todo pronóstico, comenzaron a reunirse el tercer jueves de cada mes en el Ritz. Entre animadas charlas y reconfortantes tazas de chocolate, sus vidas terminaron entremezclándose. Porque, sin saberlo, las dos andaban en busca de la misma felicidad.

La novela, impresiones

Haré algo que no acostumbro a hacer, pero que igual comienzo ahora, y es hablaros de la portada. ¿Por qué hablar de la portada en este libro? Pues veréis, refleja a la perfección lo que hay en su interior. Tanto el título como la portada son muy relevantes para lo que nos vamos a encontrar en sus páginas. Es una portada muy alegre, muy llamativa, y también un poco estrambótica. Ya solo con verla sabes que va a ser un libro entretenido y divertido.

Una vez nos sumergimos dentro, he de decir que sí, el libro es divertido, me he reído bastante con algunos diálogos entre Reyes y Marta (que no sé si serán reales o no…). Y ya que saco a colación a los dos personajes principales de esta ¿novela?, diré que Marta me ha fascinado. Es un terremoto, pero a la vez dentro de ella está la oposición entre tranquilidad y nerviosismo en estado puro.

Os preguntaréis por qué he puesto novela entre interrogaciones. A mi modo de ver, puede que esté escrito como una novela, aunque la autora se proclame narradora (por lo tanto, es una historia en primera persona), y aunque al parecer se trate de un hecho real, no me parece que tenga forma de novela, al menos no de una novela convencional tal y como estamos acostumbrados a leer. Se trata más bien de una especie de ensayo, de una oda a la felicidad, un canto a descubrir cómo ser feliz. Ya desde el principio la narradora, que en este caso es Reyes Calderón, nos expone su intención de que lo próximo que escriba no será a lo que nos tiene acostumbrados. Habla todo el rato de hacer algo diferente, de hacer un tratado, y nos cuenta el desarrollo de cómo lo hace, que es lo que da forma al libro que tenemos entre manos. Por lo tanto, se trata de ir desentramando los misterios de cómo ser feliz, pero eso es la novela en sí. No sé si me explico, la verdad… jajaja.

En el libro hay muy poca intriga, y desde luego esto no va a ser un factor relevante. Sin embargo, como poco a poco te vas sumergiendo en el día a día de cómo lo hace Reyes para escribir este “tratado”, no te das cuenta de que te has zambullido en la historia hasta que sales de ella, hasta que llegas a la última página. Es una lectura tan amena que apenas te das cuenta de que estás leyendo, se pasa volando.

Hay una cosa que me ha llamado mucho la atención, y es que los títulos de los capítulos tienen estrecha relación con los capítulos en sí. Es decir, el nombre del capítulo vaticina lo que va a pasar después. Y después del capítulo hay pequeños párrafos, que yo he imaginado que se tratan de extractos de otras obras, que al contrario que con los títulos, no tiene absolutamente nada que ver con el interior, o al menos yo no he visto relación alguna.

Y para acabar, diré que en los capítulos encontramos referencias a acciones cotidianas, o revelaciones más personales, que hacen a la autora más cercana.

Como he dicho antes, es una narración en primera persona, donde la protagonista es la propia autora. La historia gira en torno a qué es lo que hay que hacer para ser feliz, cuáles son esas claves que hacen que una persona sonría a lo largo de todo el día. Marta es quien ayuda a Reyes a ir descubriendo los pequeños puntos para conseguir esta felicidad.

La acción se desarrolla en el Ritz, donde las dos amigas tienen sus reuniones para ponerse al corriente de sus vidas y seguir hablando del libro, pero también se desarrolla en el interior de la cabeza de Reyes (su pensamiento, entiéndase), en casa de la protagonista, en un avión… hay distintos escenarios.

Finalmente, he de decir que he pasado un buen rato leyendo el libro, a pesar de que algunas veces se me hacía cuesta arriba porque lo veía más como un ensayo y a mí no me gusta leer este tipo de género. Sin embargo, si queréis descubrir cómo ser felices, la lectura de Tardes de chocolate en el Ritz es una buena manera de empezar a investigar.