Un mundo peor

CLAUDIO CERDÁN (Yecla, 1981). Con su primera novela negra, El país de los ciegos, ganó en 2012 el Premio Novelpol a la Mejor Novela Negra del año. Con esa obra (relanzada en edición digital por Arroba Books en 2014) fue además finalista del XIII Premio Lengua de Trapo y del Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón. Un año después vio la luz un nuevo título, Cien años de perdón (Versátil Ediciones, 2013), un thriller que quedó finalista de los Premios LeeMisterio.com 2013 como Mejor Novela y en el II Premio de Novela Pata Negra que otorga la Universidad de Salamanca. Además fue recomendado por El País como una de las mejores novelas negras de 2013. Le siguió Un mundo peor (Versátil Ediciones, 2014), una nueva incursión en el género policíaco que ganó el I Premio Ciudad de Santa Cruz a la Mejor Novela Negra de 2014. Además, fue finalista del II Premio Valencia Negra y del III Premio Pata Negra. Su última novela lleva por título La revolución secreta (Alrevés Editorial, 2014), una mezcla de novela histórica, detectivesca y de terror ambientada en los últimos años de la Revolución Rusa.

Con anterioridad, Cerdán había publicado dos títulos de género fantástico (El Dios de los Mutilados y Cicatrices), y en 2012 publicó en Francia La casa de chocolate, una inquietante novela aún inédita en español.

Roberto Cusac, expolicia reciclado a detective, alcoholizado y solitario, vive obsesionado por un caso que destrozó su carrera, su matrimonio y su alma: la desparición de su hijo de 6 años, Jaime, al que nunca encontró. Ha repasado mil veces las pistas y siempre le llevan a ninguna parte. Cuando le encargan que busque a una chica desaparecida, sus heridas parecen reabrirse, pero un halo de esperanza y la sensación difusa de que el destino le brinda una segunda oportunidad avivan de nuevo su instinto para jugar una última partida a doble o nada…

Con ese lenguaje directo que acaricia la soledad de sus protagonistas y desnuda sus almas, Claudio Cerdán nos ofrece una historia reflexiva sobre el abandono y la pérdida, una novela policiaca que ahonda sin miedo en el dolor y la imposibilidad del olvido.

En Un mundo peor encontramos a un narrador en primera persona, concretamente un ex policía que lo ha dado todo por perdido. Es bastante raro encontrar novelas negras, policíacas o de suspense cuyo narrador sea en primera persona, porque en este tipo de novelas suele primar que el lector se zambulla por sí mismo en la historia, y no a través de un solo personaje. Sin embargo, creo que Claudio Cerdán nos ha querido mostrar la otra cara de la novela: ha querido que seamos investigadores, pero que nos metamos en la piel de un policía, padre, persona, que lo ha perdido todo. ¿Cómo es levantarse cada mañana cuando por dentro sientes que no te queda nada por lo que luchar? Y aún así, lo sigues haciendo... Increíble. Una proeza propia de un ser humano capaz, fuerte y luchador.

Tenemos a un grupo bastante reducido de personajes, todos perfectamente perfilados y caracterizados. Cada uno tiene su carácter y su manera de vivir la vida, pero los que más han calado en mí son Roberto (el protagonista) e Inés. Eran, o son (porque de alguna manera nunca se deja de ser padre, aunque ya no tengas a tu hijo cerca), los padres de Jaime, un niño que desapareció 4 años antes de que comience la historia. No sé por qué, porque ni siquiera puedo ponerme en su piel, pero he sentido en mis propias carnes el dolor de un padre y una madre a quienes se les ha arrebatado su mayor tesoro. Y es solo puede ser por una razón: la manera de construir personajes.

El libro la verdad es que se lee solo. Es muy corto y además tiene un ritmo bastante ágil, así que lo lees sin apenas darte cuenta. A parte, el libro está dividido en distintas partes, pero todas perfectamente enlazadas, lo que hace que quieras continuar sí o sí hasta acabarlo.

El sello Off Versátil, de la editorial Versátil, vuelve a sorprenderme. Me esperaba una novela negra, más de suspense que otra cosa, pero me he encontrado con algo mucho más fuerte, con un choque frontal contra la realidad más dura y oscura.

Claudio Cerdán ha conseguido un ambiente totalmente envolvente en el que introducirnos a un dolor que solo podríamos sentir si tuviéramos algo tan preciado como un hijo, pero incluso los que no lo tenemos, sufrimos con el dolor de Roberto y de Inés. Y vaya... yo ese beneficio solo se lo otorgo a alguien que escribe muy, muy bien. No solo lo avalo yo, lo hacen las más de 3 nominaciones a premios importantes de novela negra, premios ganados (como el que ganó esta novela que nos atañe) y además, aunque sea la primera novela que leo de él, estoy segura de que todas las demás tienen el mismo estilo oscuro y duro, y real. Muy real.

En fin, un libro que si cae en las manos de un lector ávido y amante de la novela negra, sin duda alguna disfrutará un montón. Desde luego, si os gustan novelas como Viajo sola o La última llamada, por poneros un par de ejemplos de novelas negras cuyos protagonistas sufren los horrores de la realidad, esta novela os encantará.