Una llama entre cenizas | Sabaa Tahir

En un mundo regido por la ley marcial de la Roma Antigua, el precio de la desobediencia es la muerte. Laia y su familia sobreviven en los callejones más pobres, sin cuestionar el orden establecido. Han visto lo que les pasa a quienes se atreven a desafiarlo.

Cuando encarcelen a su hermano por traición, Laia se verá obligada a acudir a la resistencia. A cambio de su ayuda, deberá espiar para ellos en la Academia Militar. Allí conocerá a Elias, el soldado más prometedor del Imperio y también su mayor opositor.

Laia es esclava, Elias es soldado. Ninguno de los dos es libre. Solo uniendo sus destinos podrían cambiar el de todos.

En Una llama entre cenizas nos encontramos a un narrador en primera persona. Este narrador lo tenemos bajo dos puntos de vista: el de Laia y el de Elias, que son los dos personajes principales. Pienso que un narrador en tercera persona habría tenido más juego aquí porque en el género fantástico lo prefiero al narrador en primera persona porque permite visualizar mejor los hechos.

Los personajes principales, como he dicho antes, son Elias y Laia. Elias es un muchacho que está siendo entrenado para matar, y Laia es una chica, casi niña podríamos decir, que se infiltra como espía de la Comandante, una mujer despiadada y fría, que entrena a jóvenes para que maten (¿os suena?).

Los personajes secundarios son los que más me han sorprendido (para bien), porque son los que mejor perfilados están y los que más sentido dan a la novela. Destaco sobre todo a Helene, a la Comandante, a la pinche de cocina, a la cocinera y a los miembros de la Resistencia.

La ambientación es sin duda alguna el punto fuerte de la novela. Tiene detalles exquisitos y perfectos para que tu imaginación te traslade directamente a los escenarios que se desarrollan en el libro. Es de las mejores ambientaciones que he leído últimamente, así que un aplauso para la autora, que además es novel.

Una llama entre cenizas es el mejor libro juvenil que me he leído en mucho tiempo: con una trama genial, un desarrollo mejor aún y una ambientación que hace que estés visualizando todo el rato dónde están los personajes. Lo único que me ha fallado en este sentido es que el narrador fuera en primera persona y sólo nos ofreciera la visión de Elias y Laia. Me he quedado con ganas de más "planos" de la comandante o Helene, por ejemplo. Sin mencionar a la cocinera, que es de los mejores personajes de la novela.

Ya os digo que me ha parecido un libro con una trama súper completa. Y para ser primera parte, no me ha dado la sensación de que fuera muy introductorio. La autora se las ingenia para que los personajes nos vayan desgranando parte de sus vidas, y nosotros le vayamos dando forma a las historias para luego ir atando cabos. Es imposible no ir haciendo teorías de quién es quién y por qué pasaron determinadas cosas.

Es la primera vez en mucho tiempo que estoy deseando que salga ya la segunda parte, porque además el final... El final no te deja indiferente, ni mucho menos. Está absolutamente recomendado, tanto a jóvenes como a adultos, porque es de esas novelas que puede gustar a todo el público.