Sé que a este blog os suelo traer solo reseñas, pero necesitaba desahogarme sobre este tema y el formato escrito siempre se me ha dado mejor para expresar las cosas cuando estoy enfadada.
Resulta que estos últimos dos días Roal Dahl está muy presente en las redes sociales (curiosamente, muy poco presente en cierto sector de Booktube que estaba muy ofendido cuando se señaló que podía existir algo parecido a la censura desde el sector progresista de la sociedad), porque The guardian publicó la noticia de que la editorial que tiene los derechos de la obra de Dahl y sus familiares (suposición mía: herederos de los derechos del autor) han decidido contratar lectores sensibles para detectar posibles fragmentos y palabras hirientes y ofensivas para la sociedad actual. Si se quedara ahí la cosa, ni siquiera estaría escribiendo esto; el problema viene cuando quieren reescribir a discreción esa misma obra y me juego lo que queráis a que NO VAN A CAMBIAR EL NOMBRE. Es decir, bajo el nombre de Roal Dahl nos van a vender algo QUE ÉL NO HA ESCRITO.
Mi opinión sobre esto no os va a sorprender, porque siempre he sido firme defensora de que la cultura NO SE TOCA. La cultura NO. SE. TOCA. Y ya está. Si no te gusta lo que escribieron hace 2 siglos porque te parece machista, ofensivo, hiriente o lo que sea que te parezca, pues no lo leas. Lo que se tiene que hacer con esas obras es DARLES CONTEXTO. No eliminar lo que nos parece feo o que no encaja con la sociedad de hoy en día. Yo ahora mismo me estoy leyendo un libro en el que las mujeres se casaban con quienes sus padres querían. Y me siento afortunada de que eso ya no pase. ¿Cojo el libro y elimino esas partes porque ya no suceden y son machistas? NO. Si mis hijos lo leen algún día, les explicaré por qué se hacía eso y ya no. Y eso es lo que verdaderamente está fallando en la sociedad de hoy en día. La no distinción entre lo ficticio y lo real. El explicarles a los niños que llamar feo o gordo a alguien está mal.
Roal Dahl es uno de los poquísimos autores que no trató a los niños como si fueran imbéciles. Que escribía sin tapujos. Y creedme, soy una de las niñas que le leyó, a él y los libros del Barco de Vapor. ¿Por qué nadie habla de las aberraciones que hacían pasar a Fray Perico sus hermanos de convento? ¿Estamos tontos?
¿Qué está pasando con el mundo hoy en día?
No ataquemos a los lectores sensibles, por favor. Hacen una labor estupenda EN LAS OBRAS ACTUALES. Que les hayan contratado para esto solo evidencia que utilizar algo que funciona bien para obrar mal trae consecuencias nefastas.
Me parece un insulto a los niños, a la cultura y la sociedad en general. Si seguimos así no sé cómo vamos a acabar. Bueno, sí lo sé, pero no quiero que me cancelen o emprendan una guerra contra mí que ni siquiera sería cierta.
https://www.elmundo.es/cultura/2023/02/18/63f114ede4d4d841118b4576.html
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