jueves, 26 de octubre de 2017

Por encima de la lluvia | Víctor del Árbol


Todavía no me explico cómo ha sido Víctor del Árbol capaz de hablar de tantos temas en una sola novela sin parecer relatos corto o subtramas, sino siendo una novela completamente hilada y que no pierde el sentido en ningún momento.






Os preguntaréis qué es la imagen que hay justo arriba (si queréis agrandadla, para leer todas las palabras que hay dentro). Todo esto es de lo que trata la novela. Parecen muchos temas como para tratarlos en poco más de 500 páginas, pero así es. Y nada de tratarlos superficialmente, no. Todos están tratados con la suficiente delicadeza y precisión como para que te cale bien hondo, como todo lo que escribe Víctor del Árbol.



El libro sigue una línea temporal, concretamente un viaje que hacen sus dos protagonistas, pero continuamente hay regresos al pasado. Ambos son ancianos que reflexionan mucho sobre su vida y sus decisiones, sobre si hicieron o no lo correcto o cambiarían algo, así que a través de sus recuerdos vamos reconstruyendo sus vidas.

Con estos dos personajes vamos a profundizar mucho en el tema de la vejez, en el paso del tiempo, la culpa, el miedo... Miedo a que todo acaba y ya no te queda tiempo ni energía para cambiar el curso de tu vida.

Con Miguel veremos los primeros pasos de una enfermedad tan puta como lo es el Alzheimer. Una enfermedad que no deja supervivientes, que es una granada que barre a su paso esperanza, recuerdos y sentimientos y que deja totalmente impotentes y rabiosos a todos aquellos a los que toca. Puto Alzheimer.

" [...] la vida de aquellos a los que queremos nunca es suficientemente larga. No importan si están enfermos, si sufren; somos egoístas, no queremos dejarlos ir y quedarnos solos, encerrados con sus fotografías, oliendo su ropa, evocando recuerdos y echándolos de menos."


Con Helena vamos a acercarnos, además de a la rebeldía y el sarcasmo ácido, a lo que era mantener una relación homosexual en su juventud (allá por los 80). En cómo el amor no muere, por lejos que tengas a la persona que quieres. Vamos a revivir el reencuentro, pero también sentiremos el sabor amago de tener que andar escondidas.

Algo parecido les pasaba a Abdul y Enrique, el padre de Helena. Pero lo suyo era mucho más crítico, porque además de tener una relación homosexual, estaban en un entorno de ejército, guerra, donde estaba mucho peor visto. Con Abdul, además, tendremos una sensación muy vívida de lo que es la culpa, pero también veremos la decrepitud y cómo la vejez se ha cebado con él y su cuerpo.

Con Natalia, la hija de de Miguel, nos adentramos en el cruento mundo de la violencia machista y doméstica. Además, de una forma tan clara que duele cada golpe y cada engaño, y duele también, y mucho, ver que la venda no se le cae a Natalia. Asistes con la impotencia de Miguel a este episodio, y no se te va el mal sabor de boca.

En otra trama que parece no tener relación (parece), viajamos a Suecia, donde nos encontramos con Sture, un narcotraficante que además tiene un ¿negocio? (no sé cómo llamarlo) de prostitutas. Yasmina es una de ellas y es que la familia de esta joven está en deuda con Sture por algo del pasado y le toca a ella intentar pagar esta deuda.

A su vez, Yasmina mantiene una relación con el subcomisario de Malmö, quien está investigando un crimen relacionado con los "negocios" de Sture. En esta trama se trata la prostitución y sus consecuencias, el narcotráfico y la corrupción. Y, además, iremos viendo poco a poco cómo se enlazan las vidas de estos habitantes de Suecia con Helena y Miguel, dos ancianos que residen en España.

***ALERTA, PEQUEÑO SPOILER***
También me gustaría recalcar a Marqués, un personaje con el que aprendemos los estragos que causa la soledad y el fracaso. Es muy doloroso leer su historia, pero a la vez cala un importante mensaje en ti.

"Todos hubieran deseado que su historia fuera cierta, incluso los que nunca la creyeron, que al menos alguien hubiera sido capaz de parecerse a lo que deseaba ser, que uno de ellos hubiera triunfado sobre lo imposible."

***FIN DEL PEQUEÑO SPOILER*** (En realidad no lo considero spoiler, pero por si acaso, que hay personas muy especialitas con esto)

¡Ah! Se me olvidaba algo super importante. Os querría hacer una pregunta que me ronda la cabeza desde que he acabado la novela: ¿A qué edad es demasiado tarde para volver a empezar?

Para concluir, os diré que es una de las novelas con mayor trasfondo que he leído. La leas como la leas, vas a sacar reflexiones de gran valor de entre sus páginas. Y quizá no te cambie la vida, pero te dará algunas nociones para pensar de otra forma con respecto a algunas cosas que te rodean.

Es una novela que va a tocar todas las fibras de tu ser.

1 comentario:

  1. Fantástica reseña! Y un gran libro, otra joya de Víctor del Árbol. Y a tu pregunta, si se tienen ganas, si se quiere de verdad, nunca es demasiado tarde para volver a empezar.
    Besotes!!!

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